El martes pasado el cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, ofició una misa para los costureros, cartoneros y demás personas que sufren más que nadie la ferocidad del capitalismo salvaje.
Quisimos charlar con algunos de ellos para que, de paso, nos contaran cómo son sus realidades.
El primer caso es el de José Luis, boliviano, quien vino engañado desde su país y terminó en un taller clandestino trabajando en condiciones de esclavitud. Ahora es uno de los que trabajan en la Cooperativa La Alameda.
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