domingo, 16 de noviembre de 2008

La protesta contra la minería llegó a Buenos Aires, el cuartel central de Dios.

La lucha contra la minería se instaló en la Plaza del Congreso. Allí, debajo de un frondoso árbol, le están controlando la presión arterial a Luis, un cordobés de Casagrande. No es que sufra hipertensión o algo así. Luis es uno de los integrantes de la UAC (Unión de Asambleas Ciudadanas) que están ayunando mientras en un hotel cercano se realiza el Foro minero, una reunión de las empresas del sector que se juntan para explicarnos qué lindo es vivir cerca de una minera.
La presión del cordobés que se parece a Charly García está bien. Cuando nos acercamos para presentarnos y charlar con él, lo salvamos de un evangelista, también instalado en la plaza, pero para convencer al planeta entero de las bondades de tener a Dios en el corazón. El ayunante estaba por perder la paciencia. Bienvenido a Buenos Aires, el lugar donde Dios atiende algunas veces, le dijimos. Y charlamos con el grabador encendido.

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