El reencuentro entre Francisco Madariaga Quintela, el nieto recuperado 101, y su papá Abel Madariaga, secretario de Abuelas, fue narrado con mucha emoción por Horacio Pietragalla, otro de los nietos que recuperaron su identidad. El Gordo Abel, que se unió a la lucha de Abuelas a su regreso del exilio, actuó como sostén afectivo de muchos de los chicos y chicas que fueron conociendo su verdadera identidad. Por eso a Horacio lo emocionó tanto presenciar el encuentro.
Escuchá la nota donde también cuenta por qué les dio una carta a los chicos criados por Noble.
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