La noticia causó algo de sorpresa: los trabajadores de la minera La Alumbrera, que funciona hace más de diez años en Catamarca, estaban de paro. No es que creamos en la bondad de este tipo de empresas; tal vez pensamos que, teniendo tanta resistencia a su alrededor, serían lo suficientemente prolijos con sus trabajadores para evitar más rechazos. Pero parece que no es así.
Estuvimos charlando con Aldo Flores, uno de los integrantes de la Asamblea del Algarrobo, que resiste, no sólo a La Alumbrera, sino también al proyecto Agua Rica. La charla, finalmente, terminó trascendiendo el tema del paro, sobre todo porque los habitantes de estos lugares en lucha (Andalgalá bien podría ser hoy la capital de la lucha con la megaminería) tienen una gran necesidad de transmitir sus ideas.
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