jueves, 17 de noviembre de 2011

El asesinato de Ferreyra

No solemos escribir aquí por cualquier motivo. No estamos ante cualquier motivo. Cientos de veces escucharon y seguirán escuchando en nuestros espacios a los compañeros del MOCASE Vía Campesina y de todos los movimientos campesinos que podamos. Pero acá estamos, escribiendo, conmovidos, tristes.
Nunca hablamos con Cristian Ferreyra; podríamos haberlo hecho. Su historia es la de decenas, quizá centenares de miles de campesinos que viven en SUS tierras como lo hicieron sus abuelos o bisabuelos. Pero en otras épocas no existían los títulos de propiedad, así como ahora no existen los derechos de los campesinos. La historia ha dado tal vuelco, que los títulos de propiedad valen más, ya no que los derechos de los campesinos, sino también de la vida de estos compañeros y compañeras que pelean por sus tierras y, en ese camino, se oponen también a los monocultivos, a los agrotóxicos, a la prepotencia del dinero y de la soja.
Esta tarde Euge me preguntó si la presidenta, de cuya sensibilidad social no dudamos, ya se habría enterado. Le respondí, seguro, que sí, que ya sabía. Que algún obsecuente ensayará alguna explicación del estilo "no da la relación de fuerzas para romper las alianzas con estos señores feudales". Pero son muchos, demasiados: Insfrán, Zamora y también muchos "nuevos políticos", grandes promesas como Urtubey, que ya son gobernadores y no han modificado la situación porque el modelo sojero así lo requiere.
El kirchnerismo ha dejado, por lo menos, una enseñanza: se puede pelear contra los poderes instituidos, pero hay que tener decisión política. Seguimos esperando la única decisión que se puede tomar desde la sensibilidad social.
Otro Ferreyra que muere en el último tiempo. No sólo Mariano, también Ezequiel, el nene de 6 años que trabajaba en un granja avícola. Alguien podrá decir: qué comparación estúpida, Ferreyra es un apellido tan común. Si, es cierto, tan común como morir por causas como la de Cristian.

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