El Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase) es una organización que tiene más de una década. Sus integrantes, en general, nacieron en la tierra que trabajan cada día, como sus padres y sus abuelos. Resisten permanentemente intentos de desalojo por parte de la justicia o de grupos paramilitares que actúan a favor de los terratenientes de la zona.
Ángel Strapazzón es uno de sus referentes. Fue estudiante de abogacía ("los juristas son las mentes más atrasadas del mundo", dice ahora) y sacerdote de la Iglesia Católica. A pesar de que vive con su compañera y sus hijos, sigue siendo el Padre Ángel para muchos habitantes de Quimilí.
Quisimos hablar del conflicto del campo, pero terminamos conversando de muchas otras cosas. Sostiene con fuerza que "queremos producir alimentos sanos, no esta mierda de soja", justo en un país que cree que la soja es su nuevo oro. Se entristece cuando cuenta que "por los mismos ferrocarriles en los que viajamos durante tantos años, hoy vemos pasar los vagones cerrados que se llevan el oro de las minas a cielo abierto de Catamarca y Tucumán". Pero sus palabras más fuertes son las que definen la situación de los campesinos de Santiago del Estero comparándola con Colombia: "nos dicen que somos agitadores, pero nosotros apagamos el incendio para que los compañeros y compañeras campesinas no agarren armas y revienten a todos".
Para escuchar la entrevista completa entrá a nuestros audios.
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