viernes, 6 de abril de 2007
¿Ex? Centro Clandestino de Detención y Tortura
Los vecinos de Venacio Flores al 3500 dicen que una vez vieron correr desnuda por el costado de la vía a una mujer que escapaba no sabían de qué.
Pero más que esa anécdota que podría pasar por mito urbano, parecen no haber convivido con nada horroroso. Automotores Orletti, que fue sede del Plan Cóndor en Argentina, una vez cerrado como centro clandestino de detención y tortura volvió a ser taller mecánico y la propiedad de la planta alta fue pintada, empapelada y fue la vivienda de un matrimonio mayor.
Dicen los sobrevivientes que desde adentro del horror se escuchaban las voces de los chicos de la escuela lindera, que cuando los gritos de los torturados eran muy fuertes, los milicos encendían los motores de los autos y ponían música.
Chilenos, uruguayos, paraguayos y bolivianos pasaron por "El Jardín", como le decían con su conocida ironía a la cueva que dirigía nada menos que Anibal Gordon.
A punto de ser expropiado por el gobierno porteño, se descubrió allí, a través de una denuncia realizada por la Unión de Trabajadores Costureros (UTC), la existencia de un taller clandestino de costura. Los trabajadores esclavos, que además vivían en el lugar, lo hacían en condiciones infrahumanas y encerrados con rejas y cadenas.
Paradoja o tal vez metáfora, un centro clandestino de torturas varió las formas pero no las prácticas: ayer la picana, hoy el trabajo esclavo.
En nuestros audios podés escuchar una entrevista a Gustavo Vera, dirigente de la UTC y la Cooperativa La Alameda, impulsores de todas las denuncias que involucran a las grandes marcas textiles. Además de esta denuncia, Vera cuenta cómo operó el gobierno nacional desde la agencia oficial de noticias Telam.
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