El 14 de agosto de 2006 el ex policía Julio Simón (alias el turco Julián) fue condenado a 25 años de prisión.
El 20 de septiembre del mismo año se incorporó la figura jurídica de genocidio para condenar a reclusión perpetua al ex Director General de Investigaciones de la Policía bonaerense, Miguel Etchecolatz.
El 9 de octubre pasado fue condenado a reclusión perpetua el ex capellán de la Policía Bonaerense Cristian Von Wernich.
Hector Antonio Febres debía ser el cuarto de los genocidas que recibiera condena efectiva después de la anulación de las leyes del perdón, pero el lunes 10 de diciembre, a sólo cuatro días del fallo, fue encontrado muerto en su lugar de detención, dos ambientes bastante confortables, con acceso permanente a comunicaciones telefónicas y a recibir visitas.
Carlos Lordkipanidse, miembro de la AEDD (Asociación Ex Detenidos Desaparecidos) y querellante en la causa, charló con nosotros el miércoles por la noche, cuando aún no se sabía que había muerto envenenado. A pesar de eso compartió sus sospechas en torno
a un posible asesinato, basado en la esperanza que tenían los querellantes acerca de que Febres pudiera romper el "pacto de silencio" en su alegato previo a la sentencia.
Escuchá la nota en nuestros audios, a la derecha de la página.
3 comentarios:
señor La Retaguardia:
lo conmino a retirar ese título, un vil choreo a nuestra producción intelectual completamente independiente.
Atte,
Señor Juan Carlos Página/12: gracias por escribirnos y -como queda claro a partir de este episodio- por tenernos tan en cuenta utilizando nuestros títulos a modo de homenaje.
De todas maneras, las pruebas quedan a la vista: su acusación es falsa o, mejor, es inversa.
Nuestra nota fue publicada el 16 de diciembre, seis días después del asesinato del asesino. En cambio, el diario que lleva su apellido -que pertenece al Grupo Clarín- lo utilizó en la tapa del día viernes 4 de enero. En el mejor de los casos, si no fuera copia, sería un caso de tardanza preocupante: les estaríamos llevando, desde este humilde espacio, veinte días de ventaja por lo menos para poner un título que tampoco es tan brillante que digamos.
Por lo demás, debemos decirle que seguimos leyendo su diario, pues entre las pautas oficiales, aún pueden leerse las mejores notas de la gráfica argentina.
Con afecto.
La retaguardia
cuanto afano que siento, cuanto afano que siento (leerlo con voz de Copani)
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