En la madrugada del 31 de enero Luciano Arruga fue desde su humilde casa de Lomas del Mirador hasta la de un amigo. Tocó el timbre, pero nunca entró. Cuando su amigo salió, ya no estaba. Nunca más se supo de él.
Su familia está reconstruyendo qué pudo haber pasado, teniendo en cuenta testimonios de los vecinos que lo escucharon gritar y de un detenido del destacamento policial de Lomas del Mirador que dice haberlo visto en ese lugar y muy golpeado. Creen que lo detuvieron y luego...
Su hermana, Vanessa Orieta, nos contó lo que saben y lo que sospechan.
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