Incidentes en un recital de rock es un eufemismo común para maquillar la represión policial brutal que suele darse en los conciertos multitudinarios de las bandas que son acompañadas por un público integrado básicamente por chicos humildes. Nunca se verá semejante despliegue policial en un show de Luis Miguel. Podrá decirse que las chicas de Luismi son menos conflictivas y que esa es la razón, pero, en realidad, convendría comenzar a pensar las cosas al revés: ¿qué hubiera sucedido si la policía no reprimía? ¿que mucha gente ingresara sin entradas? ¿vale eso que Rubén Carballo, de 17 años, esté en coma? Él tenía su entrada, pero si no la hubiera tenido, ¿qué? ¿Acaso hubiese merecido los palos?
Demasiadas preguntas seguramente. Vale escuchar algunas respuestas de María del Carmen Verdú, de la Correpi (Coordinadora contra la represión policial e institucional). Es quién llevó adelante, como abogada de la familia, la investigación por el asesinato de Walter Bulacio, muerto en 1991 durante una redada policial en un show de Los Redondos.
La Correpi presentará esta tarde, a las 18, en Plaza de Mayo, su informe anual sobre represión por parte de las instituciones.
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